La
historia de la empresa de helados se remonta hace más de 100 años atrás, cuando
el italiano D’Onofrio llegó al Perú con una carretilla de helados.
D’Onofrio,
la duodécima marca más valiosa del Perú, y quizá la compañía de helados más
importante del país, tiene una historia que data desde hace más de 100 años,
cuando el italiano Pedro D’Onofrio Di Restra, de 41 años, decidió, por
recomendación de un viejo amigo, mudarse al Perú después de haber vivido
durante un tiempo en Argentina y Estados Unidos.
Como
ya venía trabajando en la venta de helados en estos dos países americanos, optó
por realizar la misma actividad en el Perú, donde rápidamente ganó fama, ya que
hasta ese momento los peruanos se refrescaban solo con una especie de
raspadilla o cremolada.
Por
ello, D’Onofrio, en su primera “carretina”, la carretilla de madera en la que
repartía helados, recorría las calles de la antigua Lima al son del toque de la
corneta para llamar la atención de los lugares y así lograr vender el “Imperial”, el helado con el italiano se
hizo conocido. Para elaborarlo, Pedro traía helado de los Andes; sin embargo,
en 1908, siguiendo el consejo de un amigo norteamericano, adquirió una planta
de fabricación de helado artificial, lo que contribuyó con la industrialización
del negocio.
Después,
en 1937, la empresa fue heredada por Antonio D’Onofrio Di Paolo, quien notó que
el negocio no podía producir ganancias únicamente por el verano, por ello
decidió ampliar los productos de la marca y, para ello, adquirió la primera
fábrica de chocolate de D’Onofrio, con la que logró producir este derivado del
cacao de muy alta calidad, así como también galletas y caramelos de todo tipo.
Ya
en la década de los 50’s, Antonio optó por introducir al Perú el “Panettone”,
producto originario de la empresa italiana Alemagna, un pan con pasas y fruta
seca que al día de hoy se ha convertido en un alimento infaltable en las cenas
navideñas.
Finalmente,
en 1997, la empresa D’Onofrio fue adquirida por Nestlé Perú y hasta este
momento mantiene su tradicional local en la Av. Venezuela, además, continúa
innovando con diferentes productos que siguen cautivando el paladar peruano.
Fuente:
Mercado Negro by Isela Barranzuela