Entender cómo funciona el cerebro cuando intentamos aprender algo nuevo y cómo integra y relaciona lo aprendido con el resto de enseñanzas antiguas es una de las tareas de la neuroeducación.
Llamada también neurodidáctica es una nueva forma de ver la enseñanza y se basa en generar estrategias y tecnologías educativas centradas en el funcionamiento del cerebro. La neuroeducación es la aplicación de la neurociencia (conjunto de disciplinas científicas que estudian el sistema nervioso) en el ámbito educativo. Esta nueva disciplina educativa fusiona conocimientos de psicología, medicina y educación, con el objetivo de optimizar el proceso de enseñanza y el aprendizaje. Su metodología trabaja no sólo el aprendizaje, sino también el entretenimiento.
La neuroeducación abarca todo el ámbito integrador de la enseñanza, desde los niños de los educación inicial hasta a los estudiantes universitarios o técnicos. Y también a los maestros con el objetivo de encontrar la forma más eficiente de enseñar. La neuroeducación analiza mucho más que los factores neuronales incluye la curiosidad, la atención, el sector social, la familia y la propia cultura del estudiante.
Los especialistas de Corefo nos señalan algunas resoluciones con las que esta nueva metodología puede influir en la vida de los estudiantes.
1. Los seres humanos empezamos a aprender desde antes del nacimiento y no dejamos de hacerlo durante toda nuestra vida.
2. Emoción y aprendizaje van de la mano porque las emociones son los ingredientes básicos del proceso cognitivo.
3. Sin atención no hay aprendizaje. Sin una buena atención no hay aprendizaje que se adquiera correctamente.
4. Se enseña con diferentes estilos y desde diversas vías potenciando así el aprendizaje de cada alumno utilizando diferentes estilos de enseñanza, variando los procesos y los materiales.
5. Aplicando el aprendizaje significativo se trata de resolver la pregunta: ¿para qué me sirve lo que estudio? manteniendo así la motivación en la escuela e incentivando un aprendizaje a largo plazo.
6. Establece el trabajo en equipo y el diálogo como herramientas fundamentales para el aprendizaje porque nuestro cerebro está programado desde el nacimiento para la imitación y la interacción. Nuestro cerebro es básicamente social.
7. Nada mejor que facilite un aprendizaje eficiente que el juego, la creatividad y la imaginación. Es básico promover la educación física, artística y socioemocional en las escuelas.
8. Que las competencias emocionales y sociales deben complementar a las competencias cognitivas.
Cuando se aplica la neuroeducación en la enseñanza, el cerebro de los jóvenes está siendo estimulado para adquirir la información que necesita, creando las bases necesarias para el aprendizaje y generando conexiones neuronales conocidas como sinapsis encargadas de que la información perdure en el tiempo. Fuente: Capital