Muy comprometidos se manifestaron los diputados ante el proyecto de “Casas Ecológicas” que lideran los jóvenes David de los Ríos y Edwin Quiroz, que busca del reciclaje del lodo papelero construir materiales para la vivienda de interés social.La idea nació como un proyecto de tesis de dos Ingenieros Mecánicos de la Universidad Tecnológica de Pereira, quienes proponen reciclar los residuos papeleros de empresas tan grandes de Risaralda como Papeles Nacionales y Cartones y Papeles de Risaralda, que entre las dos generan mas de 90 toneladas diarias de dicho residuo, que son llevados al relleno sanitario La Glorita, generando gran contaminación tanto en el ambiente como en ríos y quebradas.
Con este insumo se pretende reemplazar los materiales tradicionales para la construcción, buscando que sean ecológicos y mas económicos en proyectos de vivienda de interés social, convirtiéndose así en generador de empleo directo a las micro empresas de reciclaje de Risaralda.
Al apoyarse esta iniciativa, se estaría respaldando los profesionales de la región evitando la fuga de cerebros, ideas respaldadas por el Diputado Mario Marín Hincapié, quien fue el que presentó la proposición para que se invitara a los profesionales innovadores de dicha idea.
Los Diputados respaldaron esta iniciativa de región y puntualizaron que se debe generar empleo en la ciudad, y la mejor forma es apoyar este tipo de proyectos de emprendimiento.
Reciclado
El papel puede ser reciclado máximo 5 veces; las servilletas, las toallas de cocina y el papel higiénico son el último ciclo. Después de esto esa masa sobrante se ha convertido en un gran problema económico y medioambiental a nivel mundial para la industria papelera. Tanto éstas como las universidades han buscado soluciones sin hallar alguna diferente a la disposición final en los rellenos sanitarios.
En 2007 dos jóvenes ingenieros mecánicos de la Universidad Tecnológica de Pereira presentaron como trabajo de grado la anhelada solución: Una celulosa que aprovecha el 100% de esos residuos para la elaboración de materiales para la construcción como ladrillos, tejas, mampostería, cielos rasos, tejas y paneles divisorios, entre otros.
Desde entonces David de los Ríos y Edwin Quiroz han venido tocando puertas ante entidades y gremios para que su plan de negocio se convierta en un revolucionario negocio y en una enorme solución ambiental.
Patentización
Constatando que no existe en ningún lugar del mundo un proyecto como este, los jóvenes emprendedores radicaron la patente, proceso que puede tardar entre 3 y 5 años.
Mientras tanto han venido demostrado a las constructoras, ladrilleras y demás actores del sector las bondades del material para la fabricación de “casas ecológicas” como ellos mismo las han denominado. Ventajas de un material acústico, térmico, liviano, sismorresistente, menos contaminante, con menor consumo de energía en su producción y mucho más económico.
Apoyo
Gustavo Aristizábal, director de Camacol, respaldó la idea de los ingenieros, destacó las bondades del material y los contactó con empresarios del sector constructor para presentar su proyecto. Todos, según ellos, demostraron interés en adquirir el material lo cual asegura la comercialización anticipadamente.
La Gobernación de Risaralda también ha puesto a disposición todo su apoyo para que este proyecto nazca en el departamento, con el respaldo de las papeleras aquí asentadas, como un “Plan de negocio con contenido innovador”, según palabras de Jesús Arbey Saldarriaga, secretario de Desarrollo Económico y Competitividad.
Ese despacho organizó una reunión de los jóvenes ingenieros con una prestigiosa empresa papelera de Chile, CMPC, en Bogotá, para aplicarlo en la reconstrucción de ese país tras el terremoto del pasado 27 de febrero. Para ello cuentan con el apoyo de la ONG del Estado de Israel, Amisrael. En una semana se conocerá el fruto de esta reunión.
La empresa
Los ingenieros de la UTP crearon la empresa Green Works Company, que forma parte de la Red de Emprendimiento “Risaralda Emprende”. Para el desarrollo de su proyecto esperan el apoyo de las empresas papeleras que serían las proveedoras de la materia prima.
La construcción de su planta de producción, que irá contigua a la fábrica de papel para evitar costos de transporte, los emprendedores requieren 1.000 millones de pesos. Esta será totalmente automatizada, con maquinaria diseñada por ellos mismos y requerirá de 10 empleos directos y otros 50 indirectos.
De los Ríos y Quiroz destacaron la especial colaboración y apoyo a su proyecto del abogado César Tamayo, quien es el revisor fiscal de la empresa y del científico Juan Carlos Borrero, quien estuvo vinculado a la NASA y les brinda asesoría.
Fuente: El Diario del Otún – Colombia