
“El ambiente en el hogar, oficina y escuela está lleno de microorganismos que no se perciben a simple vista. Hemos detectado que una de las maneras más frecuentes de llevarlos a nuestro organismo es llevándonos algunos objetos a la boca, en especial las personas bajo estrés en la oficina o los niños que lo hacen de manera instintiva”, destaca Ernesto Hinterholzer, vicepresidente de mercadotecnia de Comercializadora Dixon de México.
El lapiz de Dixon incorpora la tecnología Microban, una sofisticada protección que se integra al producto en el proceso de fabricación. Microban penetra en la membrana de las células de los microorganismos e interrumpe sus funciones celulares, impidiéndoles crecer y reproducirse. El componente no tiene efectos nocivos para la vida humana, actúa de manera inmediata y tiene una carga de efecto prolongado acorde a la vida útil del lápiz.